sábado, julio 30, 2005

10º FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO

La fascinación de perderse entre tantos corredores abarrotados de libros de todo tipo y la idea de poder comprarlos a bajo precio, fue lo que inicialmente me cautivó. Todo siempre empieza con un móvil. Una primera idea que nos impulsa por sobre toda lógica. Ahí estaba la Feria en el Jockey Plaza, hermosa, nutrida y tentadora. También estaba yo, maldiciendo el raquitismo de mi billetera frente a los libros que otra vez, no podré comprar: ¡Ian McEwan, Bolaño y Calasso, perdónenme!

El principal atractivo, según la crítica especializada, son los invitados. Lo cual no es raro, con los precios casi imposibles de algunas –acaso las mejores– ediciones. Valgan verdades, no he podido asistir a todas las conferencias, sencillamente porque no todas me interesaban. Tal vez porque la mayoría de escritores extranjeros eran para mí, desconocidos. Exceptuando a Mempo Giardinelli y Carlos Monsiváis. La Feria del Libro, antes del disfrute de los lectores, es un evento económico y comercial que trae el velo de la cultura; es un negocio, como lo es la literatura actual, y eso no hay que olvidarlo. En ese sentido no es extraño que las casas editoriales quieran mostrar a sus “vedettes” y que más de un escritor local aproveche la ocasión para robarse algún flash, previa reventada de cohetes. Pero de esto y más, como los trabajos ad honoren de los mismos, ya lo ha dicho muy bien Abelardo Oquendo en su columna de La República el día de hoy, y por eso, sigamos recorriendo la Feria, como quien se introduce en un mercado de frutas, buscando ya no la mejor manzana, sino, la que se ajuste a la billetera.

Compras. A pesar de que los auditorios estaban agolpados de gente durante las presentaciones, la mayoría acude a La Feria con la idea de comprarse algo para leer. ¿Libros baratos?, claro que los había, pero ediciones de segunda mano o algunos clásicos que ahora son como somníferos. Salvo el stand de Océano, con ediciones de Anagrama en oferta, pero no mis engreídos. Había que buscar, preguntar, reírse con las vendedoras y poder llevarse algo para curar el ego. Finalmente, previo regateo, compré cinco libros: “Querida Sarah Bernhardt” de Françoise Sagan, “Rey, Dama, Valet” de Navokov, “El Fin de Alice” de A. M. Homes (una tía rayadísima), “Los Siete Locos” de Roberto Arlt y por recomendación de mi amigo, el plumífero Leonardo Aguirre, “La Disciplina de la Vanidad” de Iván Thays. Como verán, una vez con el ego a salvo, y siempre sabiendo que tengo más libros de los que puedo leer, me retiré contento, a mi refugio, a ordenarlos en la biblioteca, pensando que con ellos estaba canjeando algunas noches de juerga y quizás, alguna chompa para este invierno.


7 Comments:

Blogger Rain (Virginia M.T.) said...

Tiempos de estudiante, en los que uno se las ingenia para leer, adquiri libros, hacer lo que amplia los horizontes mentales...

Salutes Óscar.

lunes, 01 agosto, 2005  
Blogger Magda Díaz Morales said...

Una de las cosas que más me gustan es visitar las Ferias Internacionales de Libros. La de aquí, la FIL en Guadalajara, es estupenda, enorme. Justamente este año tiene como invitado a Perú, ojalá pudieras venir. También la de ustedes se ve que es una excelente Feria, he visitado la página que ofreces de referencia. Ojalá pudiéramos ir a varias ferias ¿verdad?

Veo que te gusta Calasso, uno de mis ensayistas preferidos.

martes, 02 agosto, 2005  
Blogger Oscar Pita Grandi said...

Vir, se nota que sabes de penurias, pero siempre el ingenio ha podido más que cualquier ciencia, ahí estamos.

Magda, Calasso es uno de mis "favoros" (favoruitos). Yo pensaba que había entendido a Kafka. Pero luedo de leer a Calasso, me dí cuenta que sólo lo había asimilado un 20%; Calasso es una buena mezcla de lucidez, prosa e inteligencia. Lo de viajar a México, bueno, alguna vez será. Gracias por treparse!

martes, 02 agosto, 2005  
Blogger Magda Díaz Morales said...

Tortalmente de acuerdo en lo que dices de Calasso, cuando leó K, me quedé así: o_0

Muchos saludos.

miércoles, 03 agosto, 2005  
Anonymous Anónimo said...

Totalmente de acuerdo en lo que dices de Calasso, cuando leí K, me quedé así: o_0

Magda

miércoles, 03 agosto, 2005  
Blogger Oscar Pita Grandi said...

Ahora ha publicado "Ka".

viernes, 05 agosto, 2005  
Blogger xxx said...

Le he perdido el gusto a la literatura. En dias tristes cojo a Cioran o Pessoa como para sentir que hablo con alguien que puede entender lo que siento.

Pero luego los regreso al estante y me quedo con mis separatas sociologicas avidas ellas de explicarme como funcionan las cosas.

Y yo pretendo que les creo.

martes, 30 agosto, 2005  

Publicar un comentario

<< Home

Free Hit Counters
Web Counters